ATM y Bruxismo
El Bruxismo
El bruxismo es el hábito que tienen algunas personas de apretar o rechinar los dientes de manera involuntaria. Comúnmente por la noche. Los síntomas más frecuentes son dolores de cabeza, de cuello y espalda, molestias en los músculos faciales y el desgaste dental.

¿Qué es la ATM?
La articulación temporo-mandibular (ATM) es una articulación que se localiza por delante del oído y es muy similar a las que existen en otras zonas del cuerpo (rodilla, hombro….) y que es fundamental para la vida cotidiana. Es esta articulación, junto con un conjunto de grupos musculares que van desde la parte alta de la cabeza hasta al cuello, la que nos permite todos los movimientos de apertura y cierre que hacemos a diario, además de una adecuada función masticatoria.
Esta articulación debe estar en una correcta armonía con el resto de las estructuras de la boca: dientes, encías, huesos y bases maxilares, para un adecuado funcionamiento.
Los músculos aportan la fuerza necesaria para todas las actividades diarias cotidianas: masticar, hablar, tragar, etc., pero su contracción exagerada por stress u otras alteraciones los pone rígidos y dolorosos, similar a una contractura, originando dolor de cuello, hombros o cabeza. Muchos de los pacientes son conscientes de apretar la musculatura por la noche (bruxismo), levantándose con sensación de fatiga muscular.
Los dientes transmiten la fuerza muscular y con su engranaje adecuado aseguran una buena función. Su ausencia o malposición influyen no sólo en una mala función dental, sino también en la sobrecarga de la articulación.
La articulación temporo-mandibular (ATM) que une la mandíbula al cráneo, puede lesionarse en si misma como consecuencia de las alteraciones anteriores y también por un golpe, una enfermedad o una anomalía en el desarrollo durante el crecimiento.
En algunas personas de las que presentan estas alteraciones, las molestias se van agravando, y llegan a ser tan severas (artritis-artrosis) que requerirán ser operadas, aunque si se controla el caso a tiempo, disminuye la probabilidad de que esto suceda.
¿Es una afección común? ¿Cómo puedo detectarla?
Un alto porcentaje de la población sin ser consciente del problema, presenta alguna alteración funcional del sistema masticatorio; estas alteraciones pueden originar molestias muy diversas, aunque las más frecuentes son dolores referidos en el oído, cuello, mandíbula o espalda, hasta limitación en el movimiento de la boca y/o chasquidos, al abrirla o cerrarla a nivel de las articulaciones temporo-mandibulares.
Las causas de estas disfunciones son diversas, pero generalmente suelen estar relacionadas con algunos de los componentes del sistema masticatorio, para ello se realizará un diagnóstico adecuado en función de cada caso mediante exploración, historia clínica, estudio radiológico convencional o mediante resonancia magnética nuclear si fuera necesario.
El dentista, mediante la exploración clínica, análisis de la oclusión y las pruebas complementarias que precise, valorará el grado de afectación de cada uno de los componentes del sistema e instaurará el tratamiento más aconsejable para cada caso.
¿Qué puedo hacer yo para evitar la disfunción?
La prevención comienza con el cuidado de uno mismo:
- Fundamental: evitar malos hábitos posturales, tanto en la posición de pie como sentado o acostado.
- Imprescindible: evitar los malos hábitos orales, tales como morderse las uñas, masticar chicle, masticar
- por un solo lado, apretar o rechinar los dientes, mala posición de la lengua en reposo o al tragar, o respirar por la boca.
- Cuidado e higiene adecuada de los dientes.
- Evitar la movilidad excesiva al abrir y al adelantar la mandíbula.
- Visitar periódicamente al dentista.
¿Son difíciles de tratar?
Como todas las patologías, cuanto más avanzada se encuentra la lesión más complejo es el tratamiento, es importante acudir al especialista en cuanto se noten los primeros síntomas.
La base del tratamiento es restablecer el equilibrio entre los músculos, dientes y articulación témporo-mandibular, mediante diferentes técnicas entre las cuales está el uso de férulas que suele ser la más conocida.
¿Qué son las férulas?
Son aparatos que se interponen entre los dientes y son capaces de redirigir, disminuir y redistribuir las fuerzas de la oclusión, de acuerdo con el diseño y el diagnóstico realizado.
¿Tiene que ver algo con el Bruxismo?
En algún momento del día todos apretamos o rechinamos los dientes. Es algo normal, el problema surge cuando lo convertimos en un hábito o costumbre que realizamos durante demasiadas horas y de forma inconsciente, sin darnos cuenta, tanto de día como de noche, mientras dormimos.
Al igual que otras causas, el bruxismo también puede provocar signos y síntomas como dolor en la musculatura de la masticación, dolores de cabeza, problemas de la articulación temporomandibular que se encuentra por delante de la oreja y incluso confundiendo al paciente y llevándolo a consultar al especialista del oído. Con frecuencia también se puede observar desgastes severos en los dientes, sensibilidad dental, fracturas de dientes y restauraciones, etc.
Existe un gran abanico de causas que pueden desencadenar el bruxismo, entre ellas el estrés, la ansiedad, la tensión y los problemas de oclusión de los dientes cuando hay un encaje deficiente. El tratamiento radica en evitar cualquier causa que pueda ser un desencadentante de bruxismo. Principalmente se puede resolver y mejorar la situación sólo con tratamiento odontológico, aunque en algunos casos es preciso complementarlo con ayuda fisioterapéutica y psicológica.